Prejuicios [Capítulo 2]

Titulo: Prejuicios
Género: Yaoi / Lemon/Lime 
Capítulo: 2
Pareja(s): InooDai







Hola(?) a un mes del primer capítulo recién subo el segundo :'D! Ando muy floja para escribir ;w; es que no tengo el talento para hacerlo y eso me deprime </3 (?)
Ya, este fic va dedicado a todas las fans del InooDai y si quieren un poco de dramas y enredos, espero les guste este y si no... mala suerte -3- (?) Yo seguiré ahora con mi mala vida :'D! y a ver que puedo hacer de productivo *3*~ Enjoy it ~ *huye*


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De pronto sintió como la puerta se cerró de golpe, escuchando que le ponían seguro, se volteó rápidamente y vio a Inoo quien le sonreía avanzando unos pasos hacia el menor, lo tomó por la cintura y con algo de brutalidad lo empujó contra la puerta en donde se pegó a él.



-         ¿I-inoo?... –miró asustado Daiki ante la reacción del mayor


-         Shhh… tranquilo Daiki… -habló casi en susurro- Ahora verás si realmente soy lo que soy según tú y tu amiga… D-a-i-c-h-a-n… -le habló sobre los labios y lo besó poco para luego morderle el labio inferior- No es bueno juzgar…




Daiki por inercia respondió al contacto de los labios de Inoo, cerrando sus ojos, pero al escucharlo se puso alerta, tomando fuerzas y poniendo ambas manos sobre el pecho del mayor para empujarlo.



-         ¡¿Q-qué haces…?!

-         ¿Qué haces tú Daiki Arioka, ah?... –lo miró desde ahora una distancia un poco mas alejada- Hablando de mi con tu amiga como si realmente me conocieran… ¿Por qué lo hacen? –en esos momentos Daiki lo miró ligeramente sonrojado y nervioso- 

-         ¿P-por qué me besaste? ¿ah?...

-         ¡Contéstame primero, Arioka…! –dijo acercándose al menor quien poco a poco volvía a pegarse a la puerta asustado-

-         N-no, digo… p-pero… ¡dime por qué me besaste!

Cabreado al no recibir respuesta, Kei volvió a acercarse a Daiki, tomándolo de la cintura y apegándolo a su cuerpo. – ¿Me dirás?

-         I-inoo kun… -lo miró sonrojado, estaba confundido, había algo que hacía que no quisiera apartarse del chico

-         Prejuicios… -volvió a pegar sus labios a los del menor, y los rozó susurrándole suavemente- …¿verdad? –por lo que Daiki solo asintió cerrando sus ojos- Yo… -continuó hablándole con ese tono de voz suave y tranquilo- te beso porque…

Sin terminar de hablar el mayor comenzó a mover sus labios con mas descaro, a lo que Arioka tampoco se negó a responder, es más, lentamente cruzó sus brazos por detrás del cuello de Inoo, atrayéndolo mas a su cuerpo.

Poco a poco, y aumentando el ritmo del beso, Kei despegó a Daiki de la puerta y caminó con él hasta sentarlo sobre una mesa. Daiki por su lado, una vez sobre la mesa, separó un poco sus piernas para acomodar al mayor entre ellas y así continuar ese ya acalorado beso.

Lentamente las delgadas manos de Inoo comenzaron a recorrer el torso del menor hasta toparse con los botones de la camisa de este, fue desabotonando hasta dejar a la vista el pequeño torso de su ahora amante. Inoo un poco más deseoso, descendió sus besos hasta el pecho de Daiki, quien ahora se recostó sobre la mesa dejándose hacer. Con un poco de picardía, el mayor de ellos tomó con sus dientes uno de los pezones del mas bajo, para luego comenzar a lamer y succionar esa zona como si se tratara de un delicioso caramelo. Arioka sin mucho mas gimió entreabriendo sus labios y cerrando sus ojos mientras que de a poco el rubor de su rostro era mas carmesí.
-         ¡I-inoo~! –lograba exclamar jadeante

Por su parte Inoo despojó por fin la camisa de Daiki lanzándola quien sabe a que lugar del salón, bajó sus manos hasta el borde del pantalón y jugó un poco estirándolo mientras veía al chico a los ojos lascivamente sonriendo, acto seguido descendió sus labios hasta el abdomen de Arioka el cual besó pasando con descaro su lengua. Daiki gimió un poco mas fuerte arqueando todo su cuerpo. Kei sonrió por esto y se levantó viéndolo.

-         ¿Ahora me dirás por qué respondiste a esto?

Desconcertado, Daiki lo miró frunciendo el ceño nervioso.

-         N-no sé…

-         Si hubiera querido hubiera seguido con lo que hacia y no sentí en ningún momento que quisieras que me detuviera

-         ¿A-a qué juegas Inoo…? –gruñó un poco Daiki, quien se levantó de la mesa  para ir a buscar su camisa- Me haz mentido y me haz dicho que te ayudaría con algo… ¡Ni siquiera me dices por qué me besaste!

-         Por la misma razón por la que tú siempre estás pendiente de qué hago para reírte… -el menor lo miró abriendo desmesuradamente los ojos

-         N-no, no sé de qué hablas… -desvió la mirada y comenzó a abotonarse la camisa, pero Inoo le tomó la mano deteniéndolo

-         ¿Por qué… por qué respondiste a lo que hice?

-         Tsk… ¡tú si que molestas, Inoo! –se zafó de la mano de este y abotonó por completo su camisa, lo miró molesto y salió del salón maldiciéndolo casi

-         ¿Y… y si realmente solo le gusta reírse de lo que hago…? –suspiró el mayor un poco decepcionado

Al otro día en la universidad y luego del examen, Daiki estaba sentado en una banca esperando a su amiga, sin poderse quitar de la cabeza lo que había pasado el día anterior con Inoo, suspiró.

-         ¡Dai chan perdona la tardanza! –gritó la chica quitando completamente al menor de sus pensamientos, haciéndolo brincar un poco del susto- ¡Daiki! Ni que hubieras visto a un fantasma… -rió y se sentó junto a él con una gran sonrisa- ¿Y… cómo te fue?

-         Bien supongo, no estuvo mal…

-         ¡¿En serio?! ¡YO SABÍA! –aplaudió emocionada, sonriendo mas

-         Si, todo gracias a ti, Yumi. Gracias… -medio sonrió

-         ¿Y…y… te dijo algo? ¿cómo fue? ¡cuéntame! –Daiki la miró extrañado, arqueando una ceja

-         ¿Eh? Fue… como cualquier examen… -ladeó la cabeza- ¿Desde cuándo los exámenes hablan? –le vio confundido

-         ¡No, Dai! ¡Me refiero a I…! –sacudió un poco la cabeza y lo miró- espera… ¿qué hiciste ayer luego que me fui? –el chico desvió la mirada sonrojado algo nervioso

-         Oh pues… f-fui al doctor con mamá… ¿recuerdas que te dije? –mintió

-         ¡Ah…! Si, claro. Nee, de casualidad ¿No viste al chico “extraño”? –aquella pregunta puso alerta al chico y la miro abriendo desmesuradamente sus ojos

-         ¡¡NO!!... –dijo alterado, por lo que Yumi lo miró asustada. Calmó su voz- P-perdón. N-no, no lo vi, ni me fijo si está o no… -se extraña- ¡Hey! ¿por qué lo preguntas?

-         P-por nada, solo pregunto. Normalmente me dices que lo viste “haciendo esto… o haciendo esto otro” y nos reímos ¿o ya lo olvidas?

-         Dejemos eso de lado ¿sí? No sé si quiera seguir molestándolo… -suspiró- Yumi, me iré a casa, estoy agotado… Te veo luego ¿si?



El mas bajo se dirigió a la entrada de la universidad para retirarse a su casa, pero al salir se encontró para su mala suerte con Inoo, quien al mirarlo solo le brindó una mirada un poco nerviosa y sonrojada, Daiki extrañado siguió caminando, pero Inoo lo detuvo tomándole el brazo.

-         ¿P-podemos hablar? –dijo bajito, sintiendo como Daiki se zafaba del agarre

-         Nada de que hablar… -continuó su camino, dejando a Inoo solo

-         Inoo…

-         Y-yumi… -le vio suspirando

-         P-perdón es… es mi culpa, fui yo quien pensó que…

-         No, tranquila… no es tu culpa… -bajó la mirada entrando a la universidad

Mas tarde, Daiki un poco aburrido estaba en su notebook sobre su cama, de pronto recibió un e-mail de Yumi.

-         ¿Eh…?

Dai chan, se que es repentino, pero necesito hablar algo muy importante contigo. Iré a tu casa ahora mismo, espérame ¿si?



Yumi



-         ¡¿QUÉ?! P-pero… -miró su reloj- son las 21:30… -suspiró- Ya que…

Continuó revisando cosas en su laptop, hasta que minutos después sintió que alguien estaba en la puerta de su casa, se levanto algo desanimado y fue a atender.

-         Yumi ¿qué cosa es tan importante como para estar aquí a las 10 de la noche? –le señaló para que entrara a la casa, cerrando la puerta luego de ese acto

-         ¡Daiki! –suspira- es importante… tenemos que hablar… -el chico la miró confundido- verás… -le tomó la mano y lo llevó hasta un sofá donde lo sentó y luego se sentó ella a un lado- Tenemos que hablar de Inoo Kei…

-         Ay Yumi ¿de nuevo con eso…? ¡¿Qué pasa con él?!
-         Daiki… -tragó saliva y habló en un tono un poco nervioso- Hoy me junté con él…

-         ¿Qué…? ¿Por qué…?

-         I-íbamos a hablar de algo y… me ha dicho una cosa. –Bajó la mirada

-         ¿Qué… qué te dijo? ¿algo malo? –se sonrojó un poco

-         Q-que le gusto… -le miró- y… lo peor es que…creo que… siento lo mismo…

-         ¡¡¿QUÉ?!! D-digo… p-pero Yumi… -se mordió el labio inferior y suspiró cerrando los ojos, para luego mirarla- ¿Hablas en serio? –la chica asintió- b-bien… entonces… felicidades ¿no? –medio sonrió- eres correspondida, o… él es correspondido…

Yumi miró atenta a Daiki suspirando y tomándole la mano: - Creo que… no volveré a decir cosas malas de él… -Daiki solo asintió- Me siento aliviada… Gracias Dai chan.

-         ¿Solo era eso…? ¿Para eso tan apresurada?

-         ¿Eh…? Claro, Dai. Es importante para mi… -el chico solo hizo una mueca desviando la mirada- ¿Qué pasó? ¿no te pones feliz por mi…?

-         Ah, claro. Estoy muy feliz, Yumi… -respondió con algo de frialdad, pero la verdad algo hizo que sintiera como un puñetazo directo- Ahora… si me lo permites Yumi, es tarde. Mañana tenemos clases y… hay que dormir…

-         Claro… -sonrió- gracias por todo Dai… -caminó a la entrada

-         De nada… -abrió la puerta

-         Nos vemos… -salió de la casa

-         Adiós… -dijo cerrando la puerta casi de golpe- tsk…

Al salir Yumi de la casa de su mejor amigo, se sonrió ampliamente. Tomo su móvil y marcó a un número: - ¿Inoo chan? Sí… todo es tal cual pensé…
 

A primera vista ♥ [Capítulo 1]

Titulo: A primera vista ♥
Género: Yaoi & otras cosas después >:3
Capítulo: 1
Pareja(s): YamaJima♥


No tengo mucho que decir -3- ♥ Siempre escribo por ocio y aburrimiento, lo subo por si a alguien le gusta y mas que nada por si algún dia se me muere el PC al menos quedan aquí D:
Para variar escribí YamaJima y espero este les guste, como primer capítulo no hay mucho interesante mas que una introducción a la historia :D Enjoy ~ *huye*

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Yamada Ryosuke, 18 años, acaba de terminar la secundaria y ha decidido tomarse un año libre para trabajar y así poder pagar sus estudios.
Su mejor amigo, Chinen Yuri le había recomendado una empresa, la mas famosa de Japón, decían que pagaban muy bien, los horarios de trabajo eran muy cómodos, y su jefe, el mejor y mas comprensivo de todos los jefes que existen.

“Ya verás Ryo-chan, yo comencé a trabajar la semana pasada ahí, la verdad es que no he visto al jefe, pero me han dicho que es excelente”

Esas habían sido las últimas palabras de Chinen a Yamada antes de que éste último tomara rumbo a aquella famosa empresa.

“La familia Nakajima tiene mucho dinero, no dudo que sea una gran empresa de exportación e importación. ¡Tú puedes Ryo-chan!”

-         ¿Será tan así? –suspiró el pelicastaño viendo el gran edificio de la empresa de los Nakajima- Espero sea así, necesito el trabajo

Entró a la empresa algo tímido, la verdad es que era impresionante la cantidad de lujos que había por todos lados, incluyendo la vestimenta de los trabajadores, quienes corrían de un lado a otro muy ocupados.

-         Disculpe… -jaló las ropas de un guardia de seguridad- ¿Me podría decir dónde puedo hablar con alguien para trabajar aquí?

-         Oh~ verá, ahora el gerente anda en un viaje, llega esta misma noche, pero si gusta puede pasar a hablar con el subgerente –respondió con amabilidad el mayor

-         Me gustaría –sonrió

El guardia le indicó el ascensor que debía coger para llegar hasta el piso del subgerente, el piso número 33.
No dejaba de sorprenderle lo lujoso y grande que era el lugar, es mas, no se veía trabajando en un sitio así, pero Chinen le había insistido bastante, y además, ya se encontraba ahí ¿Qué perdería?

Llegó hasta la puerta del fondo del pasillo, donde en una placa muy vistosa y detallada decía “Daiki Arioka – Subgerente” La verdad es que aquella placa imponía respeto, y hasta un poco de miedo, pero decidido respiró profundo y golpeó con suavidad.

-         ¡Adelante! –se escuchó una voz desde el otro lado de la puerta

-         ¿Eh? –Ryosuke se extrañó, la verdad es que la voz parecía de solo un niño, pero mas se extrañó cuando entró y solo vio a un chico de estatura un poco baja, pelo castaño claro y voz un poco… aguda- Disculpe… ¿Podría hablar con el subgerente? Me han dicho que ésta es la sala donde él trabaja

-         Chico… -rió un poco- Yo soy el subgerente

Yamada intentó no reír ¿Cómo podría ser ese niño el subgerente? Se rascó la nuca un poco confuso y lo miró sonriente: - Hahahaha, en serio. Busco al subgerente ¿se encuentra aquí?
El chico que estaba en la silla se levantó de ésta, frunció el ceño y lo miró molesto.

-         Oh, discúlpeme… -dijo un poco asustado Ryosuke al verlo molesto-

-         Está bien, dime ¿Qué necesitas?

-         Estoy en busca de trabajo

-         ¿Trabajo eh? –ríe- Bien, haz de ser como la persona número 20 en venir hoy ¿Experiencias de trabajo?

-         ¿Eh? Acabo de salir de la secundaria…

-         Pero ¿Haz trabajado en algo?

-         Mmmh –piensa- No, la verdad no

-         Entonces no sirves –sonrió- no tienes experiencia, y aquí necesitamos personas emprendedoras. Lo siento pequeño, no puedes

Yamada, bastante molesto frunció un poco el ceño y se mostró serio: - Quiero hablar con el gerente

-         Él no está… Lo siento. Puedes irte

-         No me iré hasta hablar con tu jefe…

-         Entonces espera sentado, porque si yo no te dejo trabajar, él menos

-         Idiota… -susurró y salió de la sala golpeando la puerta- En realidad ni ganas de trabajar en un lugar con personas así…

Caminó con rapidez, bastante furioso, casi corriendo con la mirada baja, hasta llegar al ascensor que justo en esos momentos se abrió, pero al intentar pasar, chocó con alguien mas, cayendo y tirando por todos lados los papeles que la otra persona llevaba.

-         Itte… -se sobó la espalda

-         Lo siento, perdón… -dijo el chico, quien amablemente le ofreció la mano para ayudarlo a levantarse

-         Esta bien, no hay problema… -lo miró apenado- Disculpa, tiré tus papeles –comenzó a recogerlos uno por uno

-         No no, déjalos ahí –le sonrió mientras que llamaba a alguien para que los recogiera- tú no te molestes en hacerlo

Se trataba de un chico bastante mas alto que Yamada, de cabellos negro, y muy bien parecido con su traje blanco, pero lo que mas destacaba en él era su amabilidad tanto en lo que hacia como en su forma de hablar.
El mas bajo luego de hacer reverencias disculpándose, se subió al ascensor para irse del edificio.

-         Nakajima-san volviste –sonrió Daiki quien se acercaba mientras lo veía recoger los papeles- ¿Qué sucedió?

-         Oh, no es nada Arioka, solo me tropecé con alguien, que por cierto se veía bastante molesto

-         ¿Con alguien?

-         Sí –dijo el chico mas alto con la mirada un poco perdida- era… bajo, de cabellos castaños, de traje negro

-         Ahhh, el sin experiencia –rió Daiki- Sí, ha de haberse molestado porque no le di trabajo. Hoy en día todos quieren trabajar sin experiencia

-         ¡¿Lo rechazaste?! Pero ¿Por qué?

-         … Lo he hecho como siempre me lo haz dicho, no aceptar a nadie sin experiencia… -lo miró extrañado- ¿O es un chico especial?

-         ¡SI!... digo, no no… -se quedó pensando el pelinegro- Arioka, quiero que me consigas todos los datos sobre ese muchacho

-         ¿Qué?...

-         Sí, consíguelos… -dijo tomando nuevamente sus papeles y continuó su camino-

-         ¿Qué le pasa ahora?...



Mas tarde Yamada quien ya estaba en su casa, se encontraba en la tina tomando un baño tibio, pensaba aun algo molesto por aquel “Daiki Arioka! Quien casi lo trató con ironía.

-         ¿Qué se cree? Tsss… -se hundió por completo en el agua y luego volvió solo a asomar la cabeza mientras pensaba- “Aunque aquel chico… ¿Quién sería? Se veía amable” –volvió a hablar en voz alta- bah, quizás solo era un empleado de aseo, esa gente rica es una pesada…

Pasó la noche, y al otro día Yamada despertó con cero ánimos, ¿será que estaría un año completo sin hacer nada? Por lo que se duchó y decidió continuar su búsqueda, pero antes de aquello recibió una llamada.

-         ¿Llamada tan temprano? –se dijo extrañado cogiendo el móvil- ¿sí?

-         Yamada Ryosuke ¿no? –se escuchó una voz un poco familiar al otro lado del auricular

-         Sí ¿con quién hablo? –escuchó un suspiro un tanto pesado y una voz un poco molesta

-         Daiki Arioka, subgerente de la empresa de Exportaciones e Importaciones Nakajima…

-         Ah, tú ¿Cómo te conseguiste el número de mi móvil?

-         ¡¿Qué importa eso?! –dijo con fastidio el Jove subgerente, pero una voz por detrás le susurró algo que Yamada no logró escuchar, y luego de eso la voz de Arioka se volvió mas calmada- El gerente quiere verte… ven ahora a las 10 am, te esperamos. –luego de eso cortó la comunicación y Yamada se quedó mas que extrañado con eso-

Eran ya cerca de las 10 de la mañana y Yamada ya se encontraba fuera de aquel edificio gigante que había visitado el día anterior sin éxito alguno. Suspiró un par de veces, puede que esta vez si tendría suerte, solo esperaba no encontrarse con aquel molesto bajito subgerente.

-         Yamada san… -se escuchó una voz que al parecer no sonaba muy a gusto

-         Mmmmmh –se volteó a ver hacia la entrada del lugar. Era él- ¡EL ENANO! –suspiró y caminó hacia este

-         Sígueme… -el menor siguió a Daiki quien lo llevó hasta la oficina del gerente, la cual estaba en el último piso, pero antes de hacerlo pasar, lo miró con el ceño fruncido- No te hagas el lindo ¿entendiste? Nakajima odia eso…

-         ¿Qué?

Entró a aquel salón, impresionante ¿cuántos… millones habrían invertidos en todo lo que había? Tanto baldosas como tapices de lujos, las mesas y las sillas, todo brillaba.

-         Y uno muriendo de hambre… -decía en susurro

-         Bienvenido… Yamada kun –se escuchó una voz suave, y amable, muy parecida a la que había escuchado el día anterior con el chico empleado del aseo, según él

-         Oh, el chico del aseo, estoy esperando al gerente –sonrió

-         ¿Chico del aseo? –rió divertido- No no, te equivocas –sonrió- Soy Nakajima Yuto, gerente de esta empresa… muchos gusto Ryosuke Yamada –Ryosuke se sonrojó inmediatamente apenado por el malentendido, e hizo una reverencia como disculpa- No, esta bien, Yamada kun, no seas tan formal…

-         Dígame… ¿Para qué me llamó?

-         Me interesas, supe que ayer Arioka no te dejó trabajar ¿es cierto? Luego te vi bastante molesto, ahí fue cuando chocamos. Dime ¿Por qué quieres trabajar?

-         Verá, es solo necesidad económica, me gustaría pagar mis estudios superiores.

-         Interesante. Contratado –dijo escribiendo y firmando unos papeles dándoselo al mas bajo-

-         ¿Qué…? P-pero, ¿no habrá entrevista? ¿así de fácil me contrata?

-         Sí, no te preocupes por la entrevista… -jugaba con un lápiz entre sus manos, eso fue algo que Yamada notó, el mas alto se veía nervioso- Yo… siento, o sea… me ha pasado eso de no poder pagar estudios…

-         … -enarcó una ceja- ¿Alguien como Nakajima kun puede entender sobre personas… con poco dinero?

-         ¡SI! Digo, no… P-pero ¡Estás contratado! Eso, puedes retirarte, Arioka te dará mas información.

Yamada salió bastante extrañado de la sala ¿Qué le sucedía al ahora su nuevo jefe? Estaba nervioso, ni siquiera lo entrevistó para darle el trabajo.

-         Tipo raro… -suspiró y frunciendo un poco el ceño se dirigió donde Arioka, quien justamente venía hacia él-

-         ¡Yamada!... mmh, revisé los trabajos disponibles y puedes trabajar en bodega…

-         ¿Bodega?

-         Si si, serás el encargado de recibir y enviar las encomiendas nacional e internacionalmente. ¡Felicitaciones!... –se acercó a su oído y susurró- …pero no creo que estés mucho aquí… -continuó su camino- ¡AH! Tú nuevo uniforme llegará esta noche a tu casa… -se fue

-         ¿Eh? ¿Qué les pasa a todos aquí? Tsk… -suspiró molesto

Salió del edificio, no muy convencido, pero después de todo al menos ya tenia un trabajo.
Caminó hacia un paradero cercano lentamente, tomando desvíos por estrechas calles, divagó todo el camino hasta ver la parada de autobuses mas cercano, corrió con rapidez al ver que el autobús que necesitaba estaba estacionado, pero por desgracia, y por mas que caminó rápido no logró alcanzarlo.

-         ¡Demonios! Que suerte la mía…

-         ¡Suerte tienes! –Yamada algo asustado se volteó a ver quien le había respondido en esos momentos-

-         N-nakajima san…

-         Ven, sube al carro, yo puedo llevarte a casa –sonrió amable, la verdad era que inspiraba tanta confianza que el pelicastaño no dudó ni un segundo en aceptar tal amable propuesta.

Subió a aquel lujoso carro, quien lo conducía un tipo de saco negro y gafas oscuras. El mas bajo estaba realmente sorprendido de la amabilidad de Nakajima ¿Siempre sería así?

-         Yamada kun ¿Te gustaría visitar mi casa? –sonrió

-         ¿Q-qué?

-         Aún es muy temprano, ven… te invito a almorzar ¿Qué dices?

-         Este… bueno, supongo que sí

Fue así como ambos chicos se fueron a la casa de Yuto a almorzar, mas de alguna sorpresa y cosas que Yamada jamás pensó ver sucederían.





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